Algo Salvaje: destinos para reconciliarte con la naturaleza más chic

Algo Salvaje: destinos para reconciliarte con la naturaleza más chic

Como en el Edén, el hombre ha sido expulsado de los jardines. Quizá de ahí esa obsesión por
recrearlos una y otra vez. Como demuestra el libro
Salvaje: El jardín naturalista (Phaidon)esta revolución paisajística, de espíritu salvaje y vocación sostenible, se abre paso a través de
40 escenarios espectaculares. Desde una pradera en la campiña inglesa a los inesperados arbustos que se adueñan del paseo por el High Line neoyorquino, todos devuelven la agradable sensación de
meterse en un jardín sin que eso suponga un problema.

COMPROMISO NATURAL

Jardín Phillip Johnson, en Woodend, Victoria (Australia). Para Phillip Johnson, un paisajista australiano
multipremiado y obsesionado con recrear
hábitats perdidos y dejar espacio para que las especies autóctonas obren el milagro, su compromiso sostenible conectar con aquellas
excursiones infantiles que forjaron su pasión por los jardines.

Jardín Phillip Johnson, en Woodend, Victoria (Australia).

FLORES SILVESTRES

Wildside, próximo a Buckland Monachorum, Devon (Reino Unido). Diseñado por Keith Wiley, este jardín al sur de Inglaterra es una
obra de amor y observacion a la naturaleza, en el que hasta la última semilla fue plantada personalmente por el paisajista.

Wildside, próximo a Buckland Monachorum, Devon (Reino Unido)

EN LAS ALTURAS

High Line, en Manhattan, Nueva York (EE.UU.) Entre rascacielos, edificios de ladrillo con escaleras de incendios y almacenes reconvertidos en museos y galerías, la naturaleza sobrevive a las
radicales estaciones neoyorquinas convirtiendo este paseo en una jungla sobre el asfalto.

High Line, en Manhattan, Nueva York (EE.UU.). Jardines y viviendas suprimen los límites, conviviendo en un espacio armónico.

FRENTE A LA ADVERSIDAD

Jo Wakelin Garden, alrededores de Cromwell (Nueva Zelanda). En uno de los lugares más inhóspitos del mundo, Wakelin,
horticultura y profesoraconseguir que su jardín se sobrepusiera a
temperaturas y vientos extremosaliándose con el entorno y las especies nativas de la isla sur de Nueva Zelanda.

Jo Wakelin Garden, alrededores de Cromwell (Nueva Zelanda).

INTERIOR DEL PATIO

Mamaku, en Auckland (Nueva Zelanda). Para la paisajista Xanthe White, su trabajo consiste en
«controlar el caos» dentro de espacios íntimos, como en este jardín que se apodera del patio de una casa con
arbustos y arboles autóctonos.

Mamaku, en Auckland (Nueva Zelanda). Más que zonas verdes, las urbes comienzan a preferir la llegada de especies invasoras.

ALAS PARA SOÑAR

Edificio Kempkensberg, Groningen (Países Bajos). Para reducir el impacto de un edificio que alberga a
2.700 funcionarios «y que ponía en peligro rutas de aves y murciélagos», se encargó de
Lodewijk Baljón que concibiera un jardín público, moderno y multifuncional, que actúa como
pulmón verde y activa la imaginación.

Edificio Kempkensberg, Groningen (Países Bajos)

PASILLO VERDE

Bernard Trainor Garden, en Monterey, California (EE. UU.). Pintor y paisajista, Trainor integra con sutileza en este
jardín enorme los robles de Carmel y los resistentes arbustos californianos con variedades mediterráneas que, como él, han encontrado aquí su verdadero hogar

Bernard Trainor Garden, en Monterey, California (EE. UU.)

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