¡Vaya par de gemelas!
Tontorrona serie, probablemente transgresora y dirigida al público adolescente. Sigue a dos hermanas gemelas, Blair y Sterling, que estudian en un colegio pijo evangélico, y que por casualidad conocen a un gordo cazarrecompensas que las toma por unas colegas, de modo que ellas mismas se introducen en este oficio, el dinero que se obtiene arrestando a criminales resulta muy apetitoso.
Creada por Kathleen Jordan, se ríe de modo irreverente y con escaso ingenio de las creencias cristianas, burlándose desde el minuto uno de ideas como la virginidad, esperar al matrimonio para tener relaciones sexuales, o de la conciencia social impostada. Así se juega al contraste entre lo que se pinta como fe disparatada e hipócrita, y la actividad de capturar delincuentes. Pocas veces se ha puesto por obra en la pantalla de forma tan patente aquello de tomar el nombre del Señor en vano.