Salmon Eye, el futurista templo flotante que es uno de los nuevos símbolos de Noruega

Salmon Eye, el futurista templo flotante que es uno de los nuevos símbolos de Noruega

En Noruega, el salmón es un símbolo nacional, es llamado el súper pez por sus extraordinarias cualidades nutricionales y organolépticas, pero también por lo que representa para la cultura y la economía del país escandinavo. De hecho, más de la mitad del salmón de piscifactoría del mundo proviene de las claras y frías aguas de Noruega. Un vínculo, por tanto, merecedor de celebrarse con la construcción de un edificio futurista que pretende convertirse en uno de los símbolos de este país.

proyecto de concienciacion

El proyecto está firmado por el estudio danés Kvorning Design y nace con la ambición de convertirse en un centro cultural flotante

Con sus 9.500 escamas de acero inoxidable y su forma audazmente curvada, Salmon Eye es la nueva estrella de las aguas noruegas. Construido frente a la costa del pueblo de Rosendal, en Hardangerfjord, el quinto fiordo más largo del mundo, en el suroeste del país, el proyecto está firmado por el estudio danés Kvorning Design y nace con la ambición de convertirse en un centro cultural flotante para aumentar la sensibilización sobre el tema de la acuicultura y, en especial, la pesca del salmón.

La superficie exterior imita la piel plateada y brillante del icónico pez de carne anaranjada, al igual que la forma general hace referencia a su ojo. Apoyado en una plataforma flotante, el pabellón está diseñado para ofrecer experiencias interactivas tanto para adultos como para niños. De hecho, el edificio pretende ser un manifiesto a favor de la sostenibilidad en la piscicultura, requisito fundamental para la existencia y rentabilidad de un sector que en Noruega está regulado por estrictas normas destinadas a minimizar el impacto ambiental.

El nuevo edificio, hecho de escamas metalicas esta abierto en su parte superior

El nuevo edificio, hecho de escamas metálicas está provisto de una terraza panorámica en su parte superior

Ojo de salmón

Para que la experiencia en el Salmon Eye fuera de lo más excepcional posible, se involucró en el proyecto de los diseñadores de Kvadrat Acustic, quienes para la ocasión utilizaron una serie de paneles acústicos cosidos sobre las formas diseñadas por Kvorning Design.

Así, el interior del edificio está revestido íntegramente con paneles Soft Cells, en una única superficie continua, del techo al suelo, con el color que desvanece gradualmente siguiendo la luz que entra en el cenit desde el óculo. Los 250 paneles se crearon siguiendo un modelo 3D, para luego colocarse en una subestructura montada para facilitar las tareas de mantenimiento y sustitución.


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En total, el edificio flotante ocupa más de 100 m2, distribuidos en cuatro plantas, una de las cuales se encuentra bajo el nivel del mar. La estructura pesa 1.256 toneladas, alcanza una altura de 14,55 metros y ha sido diseñada para soportar olas de hasta cuatro metros. La planta inferior alberga una sala de cine, mientras que los niveles superiores están ocupados por una larga rampa en espiral que permite acceder a una serie de espacios expositivos. Finalmente, una terraza panorámica ofrece una vista de 360º del fiordo y las montañas circundantes.

Porque vistas

Una terraza panorámica ofrece una vista de 360º del fiordo y las montañas rodeadas

Salmon Eye se inauguró oficialmente el 2 de septiembre pasado y se puede acceder para realizar visitas guiadas únicamente a bordo de barcos eléctricos, con salida desde Rosendal. Construido en un país donde la pesca es una de las principales fuentes de ingresos después del petróleo y el gas, el pabellón tiene como objetivo llegar a una amplia audiencia y sensibilizar a los consumidores desde la infancia, reuniendo diseño, investigación y tecnologías en una estructura interactivo de nueva generación, capaz de suscitar una reflexión sobre la biodiversidad y la fragilidad del planeta.

El ojo de salmón visto a ojo de pájaro

El ojo de salmón visto a ojo de pájaro

Roel von Tour

La idea nació de Sondre Eide, representante de la tercera generación al frente de Eide Fjordbruk, una de las principales empresas involucradas en el comercio del salmón. El joven empresario llevaba tiempo deseando crear un lugar simbólico donde compartir soluciones y debates sobre la pesca sostenible.

A partir de 2019, los diseñadores del estudio Kvorning se pusieron a trabajar para traducir esta intuición en un edificio funcional, capaz de captar la atención en un paisaje que ya de por sí es impresionante. Tras casi dos años de estudios, la construcción de Salmon Eye se alargó durante 13 meses desde que se cortó la primera placa de acero. La obra estuvo a cargo de Marketex Marine en Tallin, Estonia.

Interior del Ojo de Salmón

Interior del Ojo de Salmón

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Gitte Olsson, directora de comunicaciones de Kvorning Design, explica que “Salmon Eye es un centro de aprendizaje de primer nivel, diseñado para comunicar el impacto de la acuicultura y sus técnicas de producción. El centro brilla incluso en uno de los fiordos más hermosos de Noruega y se puede ver a kilómetros de distancia, desde un avión que aterriza en el aeropuerto cercano oa través de las últimas imágenes satelitales cargadas en Google Earth. De hecho, se está convirtiendo rápidamente en un hito flotante e icónico de Noruega”.


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Eide Fjordbruk fue la primera piscifactoría en adoptar un proceso de cría de salmón neutro en carbono y también la primera en presentar cuentas ambientales. La compañía ha completado la transición a embarcaciones y estructuras totalmente eléctricas y está en el proceso final para desarrollar una nueva tecnología que permita la piscicultura en el fiordo sin ningún impacto negativo para el medio ambiente, el clima y la diversidad de otras especies.

En este marco, Salmon Eye aspira a convertirse en un centro para la búsqueda de respuestas globales a problemas aparentemente locales. “La visión es que esta iniciativa acabe siendo para la plataforma global de producción de alimentos lo que Tesla ha sido para la industria de la movilidad”, asegura Sebastian Torjusen, CEO de Salmon Eye.

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