Haters narcisistas encantadas de saber conocido
Drea es una jovencita de procedencia humilde, que se lo ha currado para descollar en un colegio de pijos ricos narcisistas para ser una de las chicas más populares. Para “consolar” a su novio Max al que no va a ver durante el verano, le manda un vídeo sexual que se filtra y se hace viral. Ella cree que el otro lo ha colgado en la red, aunque él sostiene que le han hackeado el móvil. Sea como fuere, Drea conoce a Eleanor, chica lesbiana que ingresará en el cole el próximo curso, donde está una antigua novia, que difundió, no que era bollera, que eso para enorgullecerse, sino que le había forzado a besarla. El caso es que ambas, al estilo Extraños en un trense intercambiarán sus venganzas una vez comienza el nuevo curso.
Una de esas películas tóxicas que surgieron del movimiento feminista #MeToo, en que los hombres son unos impresentables, aunque lo cierto es que ellas –esto sin duda no está buscado conscientemente–, no son mucho mejor que ellos. El film está dirigido, coescrito y producido por jennifer kaytin robinsoncoautora del guión de uno de los filmes Marvel que juega con el género fluido, la muy infumable Thor: amor y trueno. Concebida con los mimbres típicos de la típica película de instituto, se pone el acento en el narcisismo frívolo de los estudiantes –nunca vemos a un profesor, ni a los padres, y apenas de refilón a la directora–, trata de convencernos de que las veinteañeras y casi rozando los treinta protagonistas, con las falditas de sus uniformes, son unas adolescentes, algo ridículo, aunque bastante habitual en el subgénero.
Sea como fuere, todo es una rocambolesca broma con giros peregrinos, en que todo vale, para presentar las distintas caras de la venganza, con facilones “deus ex machina”, como el de “no te acuerdas”, que se justifica por la ceguera del que solo mira su propio ombligo. En cabeza de cartel, dos actrices que han destacado en series, camila mendes Delaware Riverdaley maya halcónde Cosas extrañasaquí repitiendo papel lésbico.