Cinco amigas que habían sido compañeras de instituto hacen cada año un viaje. Pero esto será diferente: a una de ellas se le ha diagnosticado un cáncer. Suena a dramon, pero no lo es. Aunque la primera escena emocione profundamente al verlas llorando mientras se rapan por solidaridad. En realidad es un canto a la amistad, a la vida, que mezcla drama y comedia y es la primera serie de Daniel Sánchez Arévalo, que igualmente se sumerge por primera vez en un universo femenino. ‘Las de la última fila’, se llama la serie. Y la estrena netflix este viernes, 23.
dan vida a las cinco chicas Itaso Arana, María Rodríguez Soto, Mariona Terés, Mónica Miranda y Genoliv van Dent, mujeres todavía ellas con unas personalidades muy distintas, pero con un fuerte nexo de unión que ese viaje evidenciará. Arana y Rodríguez Soto dan vida a Sara y Carol, las más convencionales, ya que tienen una familia y son menos atrevidas. Pero tienen muchas contradicciones. “Sara es superempática, supercompasiva y cuidadora. Y tiene una parte más romántica y otra más gamberra. Es como una niña saltándose los límites. Pero tiene miedo a vivir”, dice Arana. A la actriz que da vida a Carol le gusta su personaje que con ella puede tocar varios palos: “Me encantan sus contradicciones, porque eso la hace muy rica y la puedes explorar muchísimo. También está inmersa en un sitio muy feo y este viaje la transforma y acaba acordándose de quién era ella. Pero es muy influenciable“.
Las otras tres actrices interpretan a Leo, Alma y Olga, las más libres (pese a que Alma proyecta una maternidad con su novia), las más modernas, pero con las mismas contradicciones. Miranda, la mas misteriosa, le encanta que Alma tenga un mundo interior muy amplio. “Pero parece que habita en otro plano y esto hace que le cueste sacarlo fuera y comunicarse con sus amigas”. A Terés no le gusta Leo, la mas graciosa y refunfuñona a la vez, que le cueste conectar con sus emociones. “ Las tapas todo el tiempo hasta que está desbordada y se bloquea. Pero me fusta que es una persona fiel y leal”. Van den Brand destaca de Olga, la mas libre y alérgica al compromiso, que es muy fiel y protectora. “Y muy disfrutona. Pero a veces tiene un punto intransigente, infranqueable, que la hace bastante cabezona”.
El viaje que emprenden sera tanto fisico como emocionalporque, junto al pacto de no hablar del cáncer, volverán a esa adolescencia que las unión iniciando un atrevido juego de cumplir sueños prohibidos que les hará desnudarse emocionalmente más que nunca delante de sus compañeras. Otro aspecto muy interesante de la serie que el espectador se encontrará intentando averiguar cual de ellas es la enferma, ya que este hecho no se desvelará hasta el final. de hecho, ni las propias actrices lo sabian: “Lo supimos justo la semana que tocaba grabarlo. Al principio era raro, pero luego piensas que está bien. Porque, si no, habríamos sido condescendientes o habríamos tratado diferente al personaje enfermo. Es una apuesta más de la serie”, dice Rodríguez Soto.
Personajes secundarios de lujo
Daniel Sánchez Arévalo, el director y creador de ‘Las de la última fila’ (que no ‘Las últimas de la fila’, como algunos dicen anormalmente) había trabajado durante 12 años haciendo guiones de televisión conocía el medio, pero s la primera vez que dirige también la serie que ha escrito. Y, además, contra una historia de mujeresuna inmersión en su mundo que era Naciones Unidasa necesidad “Ya la satisfice un poco escribiendo una novela, ‘La isla de Alice’, porque el personaje protagonista, y básicamente todos, eran femeninos. Pero me apetecía hacer una incursión en el terreno audiovisual”.
Junto a las cinco actrices, participante en la serie un reparto de secundarios de lujo antonio de la torre (uno de los actores fetiches del realizador, que ha trabajado en cuatro de sus principales películas), Javier Rey, Macarena García, Michelle Jenner, Carmen Machi y Melina Matthews (y aparece #lachicadelmomento Rigoberta Bandini haciendo de ella misma), porque, pese a que el peso de la serie recae en ese círculo cerrado de amigas, los personajes secundarios, las personas más cercanas, son vitales para comprender muchas cosas de ellas. Como en la vida misma, vamos.