Los ya conocidos como’Baraleaks‘en los que El Mundo est contando pormenorizadamente los detalles de los contratos y otras intimidades dentro del Barcelona tienen su siguiente captulo en Gerard Piqu. Segn apunta el peridico, el central pas a convertirse en la defensa mejor pagada del mundo al mismo tiempo que en las oficinas del club se elaboró ​​un informe interno en el que se detallaba el evidente perjuicio que el jugador causaba al Barça con el conflicto de intereses entre el club y sus negocios particulares.

Ese juego a dos bandas comenz con el documental sobre la decision de griezmann, en la que el francs finalmente rechazó la propuesta de fichar por el Barcelona. Producido por la empresa Kosmos, propiedad del jugador, la estrategia empresarial pasó a ser un claro problema para el propio club azulgrana. Lo que llev a bartomeu a solicitar un informe en el que se detallaran los posibles incumplimientos en los que poda haber cado el jugador.

El Bara a bordo de la posibilidad de sancionar al jugador pero la posible «presin meditica» y la intencin de que el futbolista cumpliese su contrato hasta la ltima temporada llev a desechar esa opcin.

Cobrar más que Sergio Ramos

En el aspecto económico, en ese contrato citado, el futbolista se garantizaba 142 millones de euros brutos durante las cinco temporadas de vigenciaya que se aplicaba a la vigente (2017/18) hasta la 2021-22, segn se desprende del contrato listo para la firma que el club le enva un mes antes de hacerse pblica su renovacin, el 15 de diciembre de 2017. Ello da una cifra de 28,4 millones brutos por temporadaque podrán aumentar si se cumplen algunas ventajas relacionadas con los objetivos.

Cuando Piqu se dirige a Josep Maria Bartomeu para hablar de las condiciones, le dijo que quera ser el central mejor pagado del mundo y ms ganar que Sergio Ramos, según fuentes próximas a la negociación. Con este contrato lo consigui, ya que el madridista alcanzó en el club blanco los 12,5 millones netos. El azulgrana estaba, despus de impuestos, en torno a los 15.

El club incluye, además, lo que llama «bonificación fiscal» para compensar las actas que Hacienda haba levantado al futbolista por una reclamación de IVA y que, elevados a bruto, ascendieron a 7,1 millones.

Con la pandemia, Piqu fue alguno de los futbolistas que aceptaron recortar su salario aunque realmente se detectó de prolongaciones de contrato a cambio de diferir cantidades para amortiguar los ejercicios más golpeados por la pandemia.