Teresa Helbig y Álvaro Calafat, dos formas de entender el vestido que brillan en la pasarela de Madrid

Teresa Helbig y Álvaro Calafat, dos formas de entender el vestido que brillan en la pasarela de Madrid

La segunda jornada de pasarela de Madrid giró este viernes en torno al vestido y sus diferentes reinterpretaciones. Teresa Helbig lo presenta romántico y bucólico «con un punto gamberro», mientras que Álvaro Calafat, transgresor, sexy y polivalente. Ambos convencen.

«Partimos de la idea de cómo nos vestiríamos para ir a Fuji Rock Festival o el polifacético Pitchfork Musical Festival», cuenta Helbig (Barcelona, ​​España, 1963), que ha trabajado para conseguir prendas «festivas y chulescas»pero también aumentaron, canallas y «con un punto gamberro».

Inspirándose en las cantantes estadounidenses Janis Joplin, Debbie Harry o Patti Smith, Helbig rinde homenaje a los festivales de música con una serie de prendas preciosista en las que destacan manos artesanas que bordean y tejen con primor. En esta ocasión, recurre a un taller de Milán (Italia) para recuperar una técnica de bordado en guipur con la que ha creado vestidos de gran delicadeza.

Concebida desde la sensualidad y la fluidez de líneas, algunas piezas derrochan carácter, como una cazadora con distintas pieles o un conjunto de napa en azul metálico, que «tiene un aire un poco motomami».

Colores como el beige, el rosa, verde oliva tiñen las siluetas que buscan empoderar a la mujer, entre los que destaca un minivestido bordado con más de 9.000 cristales.

Una colección en la que prima la mano del artesano, un plus que valoran celebridades como las actrices estadounidenses Zendaya o Halle Berry.

Tras el parón de la pandemia, Helbig repite la experiencia de mostrar su trabajo en Los Ángeles (EE.UU): «En octubre haré una presentación para intentar captar más clientes americanos».

Uno de los diseños de Teresa Helbig. EFE


Álvaro Calafat

Antes, Álvaro Calafat (Málaga, España, 1989), que debutaba en la Pasarela de Madridpiezas talladas esculturales de calidad «aunando artesania y tecnologia»según el diseñador.

Con la experiencia dos colecciones en 080 Barcelona Fashion, 6.000 euros y mucha ilusión, Calafat presentó un trabajo que ha desarrollado tras la muerte de un amigo y un posterior viaje a la India.

«Los dos extremos del amor son la muerte y el sexo, y de ahí parte la colección«, agrega el diseñador, que juega con los volúmenes para ocultar o remarcar el cuerpo.

Calafat no trabaja temporadas. En su ropa, que no tiene género ni fecha de caducidad, destacan los patrones y un material sostenible que se consigue tras reciclar el escombro -cascotes y desechos que resultan del derribo de un edificio-.

«Un material que utiliza para imprimir las prendas en 3D, es barato», en palabras de este diseñador formado «en la calle».

Un diseño en la pasarela de Madrid de Álvaro Calafat. EFE


Duarte

Colorista y cercano al arte es la propuesta de Duarte, de acuerdo con su director creativo carlos duarteque presentó diseños para hombre y mujer inspirados en los colores de la Riviera Francesaen concreto en Saint Paul de Vinces, el lugar donde se refugiaron algunos de los impresionistas para pintar.

«Es una colección más atrevida» a la anterior, en ella traslada una ventana hipotética «abierta al mundo», que manifiesta con cortes en las prendas que dejan ver la piel y que dibuja con pedrería.

Transparencias y estampados inspirados en las imágenes de los cuadros colorean vestidos y blusas mientras que piezas en algodón reciclado, con rayas verticales, recuerdan los tonos y el color del verano.

Ruíz de la Prada

La jornada terminó con la colorista propuesta de la española Agatha Ruíz de la Pradaque al ritmo vital de la musica»Metal pesado» Mostró diseños confeccionados con tejidos sostenibles.

Una colaboración con la empresa española Pyratex, especialista en tejidos elaborados a partir de plátano, bambú o madera.

Abanderada del reciclaje, la diseñadora ha apostado por «abrir camino» en ese sentido. De hecho, algunas de las prendas de la colección están confeccionadas con restos de las piezas principales.

«Incluso el vestido de novia está hecho con detalles», comenta orgullosa.

Sin embargo, lamenta que por el momento «la moda no está preparada para realizar una colección completamente sostenible».



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