En concreto, ha rebajado su estimación de crecimiento del consumo en 260.000 barriles diarios. De esta manera, la AIE estima que la demanda mundial de crudo excluye en 2022 hasta un promedio de 99,4 millones de barriles al día. La cifra representa 1,9 millones más que en 2021, pero 260.000 menos que lo que habían previsto hace un mes.
Esto «debería impedir que se produzca un fuerte déficit» de suministro, explica la AIE, a la vez que señalan que «los volúmenes obtendrán un alivio bienvenido a un mercado petrolero ya ajustado que se enfrenta a una mayor incertidumbre en medio de la multitud de consecuencias derivadas de las sanciones y embargos contra Rusia por parte de la comunidad internacional y los boicots de los consumidores».
Las medidas de confinamiento a gran escala en China para contener los contagios de Covid-19 ha sido gran parte de las causas de esta decisión. Este país absorbió 730.000 barriles diarios menos de lo anticipado en marzo, cifra que será 925.000 en abril y 690.000 barriles en mayo.

Por su parte, la OPEP avisó este lunes que las sanciones contra el crudo ruso podrían provocar una de las peores crisis en la historia del suministro del petróleo. «Podríamos ver potencialmente la pérdida de más de siete millones de barriles por día de petróleo ruso y otras exportaciones de destilados, como resultado de las sanciones actuales y futuras u otras acciones voluntarias», ha señalado el secretario general de la OPEP, Mohamed Barkindo, quien ha señalado que «teniendo en cuenta las perspectivas actuales de la demanda, sería casi imposible sustituir una pérdida de volúmenes de esta magnitud».