Es dificil escribir de algo que no existe. O que existe pero no se puede explicar, no se puede definir, no se puede tocar. No se le puede hacer una foto y decir «mira, esto es». Es tan difícil explicar lo del Bernabu en Champions que corres el riesgo de que te quede como el dibujo aquel del padre de Milhouse intentando representar la dignidad. Algo como debi intentar Tuchel, que apareció
el descanso de la prrroga con una pizarra gigante
reúne en torno a ella a todos sus jugadores y les explica el plan de remontada.
marcos alonso
, reventado y estirando los gemelos en el suelo, intentaba adivinar entre las piernas de sus compañeros qu eran aquellos dibujos que haca el alemn. Y de qu les iba a servir si en la grada no haba 60.000 espectadores,
haba 60.000 participantes de un rito en el que ellos eran el plato principal.
Y casi al mismo tiempo se dispara otra foto, la de
Benzema explicandole en la palma de su mano no vendada a Vinicius
la jugada que tena que hacer. Con un dedo, surcando su piel como si le dijera: «Ves esta línea que cruza la mano?
Pues no tengo ni idea de qu significa, pero hoy no nos van a eliminar
«. Y
Vinicius
, claro, asiente. Lo ha entendido todo. Le ha visto la cara al rival y está tan amarilla como su camiseta.
Todos sabemos que los fantasmas no existen
pero si te quedas solo en un cementerio y de repente se escucha ruido de tumbas abrindose y de pisadas sobre hojas,
hasta al ms condecorado se le tensan los msculos
. Y eso le pas al campen de Europa con el 1-3.
Vio un muerto salir del atad
. De repente grabe todas las historias de miedo que haban contado los que haban estado ah antes que ly empez a creer que podan ser verdad. Lo que pasa en el Bernabu en las noches de Champions va más all del ftbol,
es un espectáculo incomparable en Madrid
. Tanto por lo deportivo como por la experiencia. Slo tendra competencia si el
Museo del Prado
anunciase que los jueves, de 18 a 19,
se va a aparecer Velzquez en la sala 12 a repintar Las Meninas.