La primera comunidad venezolana en el metaverso levantará vuelo en los próximos meses. Se trata de Wakalandia, un proyecto que, a través de la venta de tókenes no fungibles o NFT, por sus siglas en inglés, intenta producir contenidos audiovisuales que resalten la venezolanidad, en un espacio virtual donde los venezolanos que emigraron, y los que siempre en el país, puedan encontrarse y desarrollar su creatividad.
“Estamos emitiendo una comunidad que se gobierna a sí misma dentro del mundo cadena de bloques y que permita, de alguna manera, obtener beneficios por el simple hecho de ser poseedor de un NFT”, explicó a VOA, Carlos Hulett, fundador de Wakalandia.
Para ser parte de Wakalandia solo habría que comprar uno de los 10 mil NFT´s disponibles, que fueron bautizados con el nombre de wakas, en honor a las guacamayas que surcan el cielo de Caracas y los bosques del país.
«La waka es mi carnet como miembro de este club. Yo la puedo usar en mis redes sociales, pero, además, mi waka es mi voz y voto en esa comunidad que va a empezar a crear contenidos. Yo puedo opinar sobre la serie animada que se va a hacer”, detalló Manuel Ignacio Palacios, director creativo de Wakalandia.
Quien adquiera una waka no solo tiene una obra de arte digital con características únicas y elementos venezolanos; sino que también se convierte en una suerte de acción de esta organización descentralizada y autónoma, e incluso, puede recibir regalías a largo plazo por lo que genera los productos audiovisuales de su contenido.
“Ese arte te permite, de alguna manera, formar parte de un club de venezolanos donde tú vas a poder ser propietario, en parte, de la productora de contenidos y propietario, en parte, de esa Venezuela que queremos formar en el metaverso”, agrega Hulett.
Aún no se ha anunciado la fecha para echar a andar este espacio en el metaverso, donde Venezuela es Wakalandia y las wakas son los venezolanos.
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